La lucha por lograr una prótesis cómoda y lo más similar a un miembro real, día a día toma forma. Científicos e investigadores de la escuela Politécnica Federal de Lausana ( Suiza) han conseguido probar con éxito un dedo biónico sensible al tacto.
El prototipo consigue enviar hasta el antebrazo pequeños impulsos eléctricos a través de electrodos. Los estímulos eléctricos son interpretados por el cerebro en forma de sensaciones que coinciden al 100% con las que se experimentan gracias al tacto. El objetivo es crear terminaciones nerviosas artificiales, una meta que está muy pronto de ser lograda.
El voluntario elegido ha sido Denis Aabo Sorencen perdió su mano izquierda en un accidente y desde entonces ha sido sujeto para probar varias prótesis experimentales. Gracias al dedo biónico, logro diferenciar superficies rugosas y lisas con un 96% de acierto. Las sensaciones fueron las mismas que experimentaba con sus dedos antes de sufrir el accidente. El paciente probo el año pasado el funcionamiento de un brazo biónico controlado también por impulso eléctricos que fabrico la misma empresa.
La prueba se realizó con personas que no han sufrido amputaciones, para verificar los resultados midieron su actividad cerebral mientras palpaban superficies con su dedo y con la prótesis robótica. Los resultados confirmaron que en ambos casos se activan las mismas partes del cerebro.
Con este novedoso desarrollo se abre la puerta de la creación de prótesis biónicas sensibles. Uno de los anhelados de quienes han perdido alguno de sus miembros. Aunque el proyecto todavía se encuentra en su etapa de prueba, solo resta implementar en prótesis de tamaño real. Los científicos afirman que en pocos años su producción se realizara a gran escala, lo que permitirá a muchas personas recuperar sentidos perdidos tras accidentes.