Como sacado de una película de ciencia afección ARM la multinacional de la industria de la computación dedicada al diseño de chips, en sociedad con Center for Sensorimotor Neural Engineering (CSNE) de Estados Unidos pretenden desarrollar un procesador que puede ser implantado en el cerebro humano.
El gran objetivo de las dos compañías es revertir la parálisis de los pacientes con lesiones en el cerebro o la médula, mejorado su calidad de vida y que logren llevar a cabo las tareas diarias y puedan recibir nuevamente retroalimentación sensorial. De acuerdo con los investigadores, estos chips cerebrales harán frente a enfermedades como el parkinson, el Alzheimer o la parálisis.
Lo que desarrollaran estas dos grandes empresas será un System-on-chip-(Soc) para las interfaces cerebro-ordenador bidireccionales (BBCI), el dispositivo interpretará las señales complejas del cerebro, digitalizando los datos para que puedan ser procesados y conseguir que el cuerpo reaccione en consecuencia.
El reto se encuentra en que tienen que ser muy pequeños y eficientes energéticamente, por lo que se basaran en el ARM Cortex-M0 el modelo más pequeño de la compañía. El proyecto se encuentra en su primera fase y restan varios años para comenzar a ver sus benéficos.
ARM es otra de las potencias tecnológicas que se suma a la creación de interfaces cerebro-ordenador. Building 8 es el proyecto de Facebook que también busca la interacción de las máquinas con el cerebro y Elion Musk hace lo propio con su Neuralink programa que pretende convertirnos en cyborgs. Las proyecciones no son a corto plazo y tardaran un par de años para que sean una realidad.