Pasamos de gigantes ordenadores a reducidos y eficientes computadoras capaces de realizar procesos que jamás nos imaginamos. La historia nos ha dejado el gran museo del Pc y no hay nada más agradable que conocer cómo eran y cómo funcionaban estas enormes maquinas que en sus tiempos eran la mayor tecnología existente.
Los ordenadores están compuestos por un enorme conjunto de interruptores que pueden estar abiertos o cerrados. La combinación de interruptores abiertos y cerrados define tanto los programas que tiene cargados en memoria como los datos que maneja en cada momento. En los Pc, teléfono móvil o Tablet modernos esos millones de interruptores están en los distintos circuitos integrados que lo forman. Cuando iniciaron los ordenadores utilizaban un completo sistema accionado por relés (interruptores controlados por electricidad) luego se emplearon las válvulas de vació para dar paso a los interruptores que se conformaban por transistores individuales.
La historia nos remonta a una joya de los clásicos ordenadores el Z3 de Konrad Zuse, un ordenador que funcionaba en base a relés. Una tecnología que duro muy poco porque fue reemplaza por las válvulas todo porque tenían la capacidad de abrirse y cerrarse muy rápido. Según datos históricos los ordenadores de relés nunca llegaron a venderse comercialmente y solo fueron adquiridos por terceros el Z5 de Zuse de 1950 y los FACOM 100 de 1954 y FACOM 128 de 1956 de Fujitsu.
De estos ordenadores el único que existe y esta funcionando es el FACOM 128B que data de 1959, miremos como funciona esta reliquia de los ordenadores.
Para 1959 la idea de crear ordenadores seguía firme y sin pausa, pasados unos años de la segunda guerra mundial en Italia se concretaba la venta de ELEA 9003, Elaboratore Elettronico Aritmetico, luego cambiado a Elaboratore Elettronico Automatico, quería decir Ordenador Electrónico Automático y era además una referencia a Elea, la ciudad en la que nació la escuela eleática de filosofía.
Por su época considerado un ordenador moderno usaba diodos y transistores en lugar de válvulas– y era razonablemente avanzado. Su capacidad de memoria estaba entro los 15 y 120 kilobites un montón de almacenamiento por esos días.
Su creador Olivetti tenía grandes planes para su división de informática. Pero las prematuras muertes de Adriano Olivetti, quien la dirigía, en febrero de 1960 y de Mario Tchou, el ingeniero responsable del diseño conceptual y electrónico del ELEA 9003, en 1961, hicieron que esta perdiera sus líderes, con lo que al final fue vendida a General Electric en 1964.
General Electric se centró en los ordenadores más pequeños de la gama de Olivetti, con lo que después de la compra nunca se vendió ningún 9003 más. Antes Olivetti llegó a vender unos 40 ejemplares del ELEA 9003. De todos ellos sólo queda en servicio uno que está en el instituto Enrico Fermi de Bibbiena, en la Toscana.
Esta reliquia es cuidada como un tesoro y es visitada esporádicamente por los antiguos empleados de Olivetti para ponerlo en funcionamiento y no permitir que este muera. Nada más agradable que ver cómo trabaja este dinosaurio de los ordenadores.