En muchas ocasiones, podremos tener el mejor plan de internet de nuestra
ciudad, y aún así, las condiciones de navegación pueden no ser las más
óptimas, pues hay muchos aspectos que entran en juego al momento de
determinar la velocidad de nuestra red. Entre ellos, es posible que tengamos
muchos dispositivos conectados, los cables que tenemos no son de la mejor
calidad, o tal vez alguien nos esté robando WiFi.
Así que antes de cancelar tu plan o pagar por uno más costoso, te invitamos
a hacer una serie de revisiones que te ayudarán a mejorar tu conexión a
internet de maneras muy sencillas.
Revisa tu contrato
Para descartar de manera inicial, es importante que tengas claro cuál es el
contrato que tienes, es decir, asegúrate de que la velocidad de subida y de
bajada que tienes es la que estás pagando. Aquí puede suceder que estés
requiriendo mucho más de lo que estás pagando, y tal vez la mejor opción sea
ampliar tu plan. Pero también puede ser que la intensidad de la conexión
esté por debajo de lo contratado, y en ese caso sea necesario contactar a tu
operadora para solucionarlo.
Comprueba tu velocidad
Hay distintos servicios web orientados a comprobar la velocidad de tu
internet, te recomendamos el servicio de
OOKLA, aunque hay
muchos más. Gracias a esta revisión, podrás saber si tu operadora cumple con
el contrato estipulado.
Reinicia el router
Generalmente acostumbramos a mantener el router encendido todo el tiempo,
sin embargo, es muy beneficioso para el dispositivo reiniciarlo
ocasionalmente, pues esto asegura una conexión más estable. Además, en este
proceso, déjalo apagado unos diez segundos antes de volverlo a encender; y
espera a que se enciendan todas las luces para utilizarlo.
Busca una buena ubicación para tu router
Es importante buscar una ubicación estratégica que le permita al router
enviar su señal a todos los rincones del hogar, trata de dejarlo en un lugar
central de la casa o el establecimiento; y también, procura que no haya
muchas paredes entre él y los dispositivos.
Prueba una red de malla para múltiples dispositivos
Mediante las conexiones de malla es posible que la conectividad mejore
bastante, pero eso puede implicar una pérdida en la velocidad. La ventaja
más grande de esta opción es la posibilidad de contar con conexiones
simultáneas de manera muy eficiente.
Revisa el estado de los cables
Otra de las probables afectaciones está relacionada con los cables de tu
red, los cuales pueden estar mal conectados en algún sector, o ya estar muy
viejos o en mal estado. Revísalos uno a uno, y si ves alguna anormalidad, no
dudes en reemplazarlo.
Revisa quiénes están conectados
A pesar de que la mayoría de personas cuenta con conexión a internet, hay
quienes prefieren acceder a redes ajenas. Lo que te sugerimos es que
ingreses a la configuración de tu router, y revisa qué dispositivos están
accediendo a la conexión WiFi de este. En este proceso, si encuentras a
alguien que no debería estar ahí, lo puedes bloquear.
Accede a un canal menos concurrido
Cuando hay varias conexiones sucede lo llamado 'cuello de botella' en la
banda ancha, lo que ralentiza de manera importante la señal. Por lo general,
algunos router y operadores permiten establecer canales distintos, lo que
mejora bastante la señal.
Para hacerlo, debes ir a la configuración del router y explorar entre las
opciones hasta encontrar una relacionada con cambios de canal.
En caso de que uses una VPN...
En caso de que cuentes con una red privada virtual, puedes añadir una capa
de cifrado a tus conexiones entre dispositivos y servidores. Sin embargo,
hay que reconocer que esta función puede ralentizar tu señal.
Revisa que no haya malware
A través de los servicios integrados de sistemas operativos como el Windows
11, es muy fácil detectar malware sin tener que instalar nuevos programas.
Así que te sugerimos aprovechar estos servicios de manera periódica para
asegurarte de que no haya malware rondando tu equipo y tu red.