Con el tiempo, es probable que el hardware de nuestra computadora comience
a presentar problemas que parecen inexplicables, lo que dificulta su uso.
Sin embargo, en el tutorial de hoy aprenderemos cómo identificar qué
componente de hardware está fallando y tomar las medidas necesarias al
respecto. Diagnosticar un fallo en el hardware no es tan fácil como podría
parecer inicialmente.
¿Sabes cuáles son los fallos más usuales?
En cualquier componente electrónico, incluyendo los de un PC, existen
fallos típicos que pueden tener diversas causas. Sin embargo, por lo
general, los parámetros de solución básicos y el proceso de diagnóstico
suelen ser similares.
No pretendemos ofrecer soluciones milagrosas, ya que no existen como
tal, pero abordaremos los problemas más comunes y las soluciones
genéricas que se encuentran en este ámbito, como el de los PCs. Para
hacerlo, abordaremos el tema de la siguiente manera:
1. Procesador.
2. Placa base.
3. Memoria RAM.
4. Tarjeta gráfica.
5. Almacenamiento.
6. Fuente de alimentación.
¿Cuáles son los errores habituales en un procesador?
Es bastante inusual que un procesador presente problemas por sí mismo. Lo
más común es que los problemas estén relacionados con el hardware asociado
a él. Por ejemplo, si el procesador se sobrecalienta, puede ser debido a
la falta de un disipador adecuado o a un mal contacto entre el disipador y
el IHS del procesador. Sin embargo, por lo general, la culpa no recae
directamente en el procesador en sí.
Por lo general, un fallo catastrófico del procesador se manifiesta
mediante la incapacidad del sistema para arrancar. Si estamos seguros de
que el resto de los componentes del sistema funcionan correctamente, la
única solución es reemplazar el procesador defectuoso por uno nuevo que
sea compatible con el socket de la placa base.
Los problemas más comunes suelen ser bloqueos del sistema operativo,
ralentización del sistema o congelaciones directas. Cuando un procesador
está dañado, normalmente el sistema no arranca y muestra un código de
error "00" en el QCode (si la placa base tiene esta
función).
Para comprobar si hay fallas en este componente, se pueden realizar uno o
varios tests de estrés, como
RealBench, AIDA64 en FPU y Caché, o Prime95 en Blend Test.
Recomendamos el primero debido a que ofrece una carga más realista y
variada, probando diferentes buses en comparación con programas más
específicos que intentan extraer el máximo rendimiento y estrés del
procesador.
Siempre es importante mantener bajo control la temperatura y el voltaje
de la CPU.
¿Qué fallos sufren las placas base?
Respecto a este componente, es habitual enfrentarse al sobrecalentamiento
de los VRM (Módulos de Regulación de Voltaje) de estas, lo cual
puede causar problemas de estabilidad. Sin embargo, es cierto que la
mayoría de estos problemas suelen ocurrir cuando se realiza
overclocking. En circunstancias normales, las temperaturas suelen
mantenerse dentro de un rango más o menos normal.
Para verificar si tenemos un problema de temperaturas en nuestra placa
base, es recomendable utilizar el programa HWinfo y, al mismo
tiempo, ejecutar Prime95 x64 (si se utiliza una versión de Windows
de 64 bits) para monitorear las temperaturas que alcanza bajo carga
máxima.
Otros problemas comunes en las placas base pueden deberse a una mala
inserción del procesador en el socket, lo cual puede resultar en pines
doblados. En este caso, se puede intentar enderezar los pines con la ayuda
de un palillo de madera o una tarjeta bancaria (y mucha paciencia) para
asegurar un buen contacto. Si esto no funciona, desafortunadamente, la
única opción sería descartar la placa base y reemplazarla.
Otro error común pero poco mencionado es el "bending" o doblado de la
placa base. Esto ocurre cuando hay una presión excesiva en el sistema de
retención del procesador o un peso excesivo en componentes clave como la
tarjeta gráfica.
El calor y los ciclos térmicos a lo largo de meses o años de uso pueden
deformar la rectitud de la placa, lo que provoca pequeñas fugas de energía
en el PCB o incluso puede evitar que el procesador haga contacto adecuado
con los pines del socket.
Este problema no es reparable a menos que se aplique calor prolongado
para intentar enderezar la placa, aunque esto no garantiza una solución
debido al daño y la rotura a nivel microscópico que ya se ha producido.
Además, debido a la naturaleza compleja de la placa base, que incluye
múltiples buses, puertos y sistemas de gestión, es muy difícil identificar
el fallo de hardware específico.
¿Qué errores presentan las memorias RAM?
Este componente también suele ser protagonista de algunos errores
comunes. El más habitual es cuando se desajusta en las ranuras después de
que se hayan realizado tareas dentro del ordenador, como limpiarlo. En
este caso, simplemente retirar todos los módulos de RAM y volver a
insertarlos suele ser suficiente para solucionar el problema.
Por otro lado, existe la posibilidad de que uno de los módulos de RAM
deje de funcionar correctamente de manera repentina. Estos fallos se
manifiestan a través de la inestabilidad constante del ordenador,
problemas de arranque de la tarjeta gráfica, archivos corruptos o
información incorrecta sobre la cantidad de RAM disponible en el
equipo.
Para comprobar si el problema realmente está relacionado con la RAM, se
puede utilizar el programa MemTest86. Este programa realiza una
serie de pruebas en los módulos de RAM para determinar si son los
responsables del problema. En caso de que se detecte un fallo de hardware,
se deben repetir las pruebas para cada uno de los módulos de RAM del
sistema. Si todos los módulos de RAM presentan fallos, es probable que la
placa base sea la que esté defectuosa, ya que es poco común que todos los
módulos fallen al mismo tiempo.
Ten cuidado con la tarjeta gráfica.
Los problemas con la tarjeta gráfica suelen manifestarse de diferentes
formas. Uno de ellos es cuando el sistema no la reconoce al iniciar.
También puede haber una caída significativa e inesperada del rendimiento
en juegos. Además, es posible que esta se caliente demasiado, lo que puede
provocar el apagado del ordenador debido a altas temperaturas.
Si el ordenador no puede detectar la tarjeta gráfica al arrancar,
generalmente se considera que está defectuosa, a menos que el problema
esté relacionado con la fuente de alimentación, por supuesto.
Cuando se experimenta una disminución repentina del rendimiento en
juegos, es probable que se deba a un sobrecalentamiento, lo que provoca
una reducción significativa de las frecuencias de funcionamiento de la
tarjeta gráfica. Para verificar las temperaturas, se recomienda utilizar
el programa HWinfo y ejecutar un programa de prueba en bucle
durante un período prolongado.
En relación a este problema de hardware, programas como Unigine Heaven o
Unigine Valley son ideales para someter la tarjeta gráfica a estrés y
observar las temperaturas que alcanza durante su funcionamiento. Si las
temperaturas son demasiado altas, una solución posible es limpiar el
disipador de calor y reemplazar la pasta térmica. En caso de que el
problema radique en un disipador defectuoso, se puede buscar un disipador
de terceros como reemplazo.
¿Cuáles son los problemas comunes de las unidades de almacenamiento?
Cuando se trata de unidades mecánicas, es posible detectar problemas a
través de fallos en el protocolo S.M.A.R.T., que puede indicar que
el disco duro no está funcionando correctamente. Además, se puede escuchar
ruidos como golpes internos repetitivos (como "clac, clac, clac"), lo cual
puede deberse a dificultades para posicionar correctamente el brazo lector
sobre el disco.
En el caso de las unidades de almacenamiento sólido, el primer indicio de
un fallo puede ser una caída abrupta en el rendimiento al leer y escribir
datos en la unidad.
Para diagnosticar posibles problemas con estas unidades, se puede
utilizar programas como CrystalDiskInfo, que es capaz de leer el
protocolo S.M.A.R.T. y proporcionar información sobre posibles problemas
en las unidades de almacenamiento.
Si el programa detecta problemas en una unidad, lo recomendable es
transferir todos los datos a otra unidad que no presente estos problemas y
dejar de utilizar la unidad defectuosa. En caso de que no sea posible
transferir los datos, se puede intentar utilizar un programa como
HDD Regenerator para recuperar los datos de la unidad.
Cuida tu fuente de alimentación.
Por último, es importante reconocer que los problemas con la fuente de
alimentación suelen manifestarse a través de reinicios inesperados del
equipo, tanto bajo baja carga como bajo alta carga de trabajo. También es
posible que ciertos componentes del hardware no se inicien correctamente
al arrancar el equipo.
En este caso, se recomienda utilizar el programa HWinfo para
verificar los voltajes proporcionados por los tres canales principales de
la fuente de alimentación: +12 V, +5 V y +3.3 V. Las tolerancias para
estos voltajes suelen ser de ±5%. Si los voltajes se desvían
significativamente de los valores nominales, lo más recomendable es
reemplazar la fuente defectuosa por una nueva antes de que pueda causar
más problemas.
Es importante tener en cuenta que los problemas con la fuente de
alimentación pueden afectar a otros componentes del equipo y provocar
fallos en su funcionamiento. Por lo tanto, es crucial abordar los
problemas de la fuente de alimentación de manera oportuna para garantizar
la estabilidad y el rendimiento del sistema.
Diagnosticar un fallo de hardware de este tipo puede ser complicado debido
a la necesidad de equipos especializados costosos para medir y controlar
amperaje, frecuencias, voltaje y tensión. Sin embargo, existen herramientas
más asequibles como las pinzas de tensión y algunos puntos de control de
voltaje en placas base de gama alta. Aunque estas herramientas pueden ayudar
a observar los resultados de los fallos, no permiten identificar con
precisión dónde se encuentra el problema ni diagnosticarlo. En casos
complejos, es recomendable buscar la ayuda de un técnico especializado o
recurrir al soporte técnico del fabricante para una evaluación precisa y
soluciones adecuadas.