Por primera vez se ha construido en Corea del Sur un motor de 2 litros que sólo puede funcionar con hidrógeno. Se ha conseguido una reducción del 90% de las emisiones de partículas y del 99% de las emisiones de dióxido de carbono.
Con el debut del primer motor de hidrógeno de 2 litros creado específicamente para turismos, Corea del Sur se ha adelantado a muchos en la carrera por desarrollar tecnologías de movilidad sostenible y lograr la tan esperada neutralidad de carbono. Lo más sorprendente es que el motor funciona totalmente con hidrógeno.
Este logro fundador es fruto de la colaboración entre el investigador principal Young Choi, del Departamento de Investigación de Energía para la Movilidad del Instituto Coreano de Maquinaria y Materiales (KIMM), y el gurú de la investigación Hong-gil Baek, del Laboratorio de Investigación de Motores sin Carbono de Hyundai-Kia Motor Company (HMC).
El "motor de hidrógeno de inyección directa", una revolución en la tecnología de propulsión de vehículos, es el secreto de este logro. Cabe mencionar que los motores de inyección directa se emplean en aviones de combate desde la Segunda Guerra Mundial y existen desde hace tiempo. El combustible se bombea directamente a la cámara de combustión mediante esta técnica de suministro.
Aunque también se sabe que aumenta el ahorro general de combustible y reduce las emisiones, esta forma de inyección ayuda a mejorar la eficiencia general de la combustión. Este nuevo motor coreano es capaz de bombear hidrógeno a una presión superior a 30 bares directamente a la cámara de combustión.
La unidad fue capaz de mantener una eficiencia térmica excepcional en todas las situaciones de funcionamiento, desde el arranque hasta la plena carga del motor, gracias a la inclusión de un turbocompresor de rendimiento optimizado.
Este motor difiere significativamente de los motores convencionales de inyección en puerto tanto en su metodología como en su capacidad para superar la reducción de la eficiencia provocada por el hidrógeno gaseoso. Este problema se resuelve inyectando hidrógeno a alta presión directamente en la cámara de combustión.
Otro punto a tratar es la influencia en el medio ambiente: en comparación con los motores de gasolina, hay una reducción del 90% de las partículas y del 99% de las emisiones de dióxido de carbono. No requieren sistemas de tratamiento de gases posteriores porque sus emisiones de óxido de nitrógeno son inferiores a 15 ppm.
Según el Dr. Young Choi, jefe del equipo de investigación del KIMM, "esta tecnología de motores de hidrógeno promete una alternativa instantánea y rentable para sustituir a los combustibles fósiles que aún se utilizan para propulsar la mayoría de los automóviles actuales. Para allanar el camino hacia la neutralidad de carbono, trabajaremos con HMC para ampliar esta tecnología a sistemas de generación de energía, vehículos comerciales y no sólo turismos".