Señales claras de que tu hígado está en problemas: aprende a identificarlas a tiempo


El
hígado, ese incansable trabajador de nuestro cuerpo, es un órgano vital que a menudo pasa desapercibido hasta que algo no va bien. Ubicado en la parte superior derecha del abdomen, justo debajo de las costillas, este "filtro natural" se encarga de desintoxicar la sangre, procesar los nutrientes y almacenar energía. Pero, ¿sabes cómo identificar las señales que envía cuando algo no marcha como debería? Aquí te explicamos cómo detectarlas y qué hacer al respecto.

¿Por qué es tan importante cuidar el hígado?

El hígado actúa como una planta de tratamiento personal: descompone los alimentos que consumimos y elimina toxinas. Cada vez que comemos, nuestro cuerpo extrae los nutrientes esenciales y los convierte en energía, pero también genera desechos que deben ser procesados. Aquí es donde entra en acción este órgano multifuncional, asegurándose de que todo fluya correctamente.

Mantener un hígado sano no es complicado, pero requiere de algunos hábitos clave: una alimentación equilibrada, rica en frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras; reducir el consumo de alcohol y evitar los alimentos ultraprocesados. Además, el ejercicio regular no solo mantiene el peso bajo control, sino que también reduce el riesgo de enfermedades que podrían afectarlo, como la diabetes tipo 2.

Señales de alerta: ¡tu cuerpo habla, escúchalo!

Cuando el hígado está enfermo, el cuerpo envía advertencias que no deben pasarse por alto. Una de las más evidentes son las manchas en la piel. Estas pueden variar desde pequeños puntos rojos, conocidos como angiomas, hasta manchas oscuras, especialmente en el rostro. Estos signos pueden estar relacionados con problemas hepáticos, como la cirrosis.

Pero las manchas no son la única señal. Presta atención si experimentas:

Fatiga constante y sin explicación.

Dolor o molestia en la parte superior derecha del abdomen.

Pérdida de apetito o náuseas.

Cambios en el color de la orina (oscura) y las heces (claras o pálidas).

Coloración amarillenta en la piel o los ojos (ictericia).

Hígado sano

¿Qué hacer si sospechas que algo no está bien?

Ante cualquiera de estos síntomas, consulta a un médico cuanto antes. Un simple análisis de sangre puede proporcionar información valiosa. Pide una bioquímica sanguínea de 30 elementos y un perfil hepático. En estos estudios se analizan las enzimas ALT y AST, que suelen elevarse cuando el hígado está dañado.

Recuerda: detectar a tiempo cualquier problema puede marcar una gran diferencia en tu salud. Escucha a tu cuerpo, cuida tu hígado y vive mejor. ¡Tu bienestar está en tus manos!

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